Texto íntegro de la moción del Ayuntamiento de Priego de Córdoba sobre la declaración de la 'Fiesta Nacional'

El Grupo Municipal Popular en el Ayuntamiento de Priego de Córdoba, al amparo de lo establecido en el artículo 97 del Reglamento de Organización, Funcionamiento y Régimen Jurídico de las Entidades Locales (Real Decreto 2568/1996, de 28 de noviembre), formula, para su discusión y, en su caso aprobación en el próximo Pleno Ordinario a celebrar por esta Corporación Municipal la siguiente

PROPUESTA PARA SOLICITAR QUE LA TAUROMAQUIA SEA DECLARADA B.I.C. POR LA JUNTA DE ANDALUCIA Y PATRIMONONIO CULTURAL DE LA HUMANIDAD POR LA UNESCO

Es bien conocida la importancia que las fiestas de toros han tenido en España desde hace más de un milenio. Prácticamente no hay en España ciudad grande o mediana que no tenga su plaza de toros, edificios casi siempre de gran capacidad, con frecuencia situados en el centro de las ciudades y a veces dotados de grandes valores arquitectónicos y artísticos.
También es conocida la repercusión cultural que las fiestas de toros han tenido a lo largo de la historia. En las artes plásticas, pintores como Goya, Vázquez Díaz, Gutiérrez Solana, Ignacio Zuloaga, Juan Barjola o Pablo Picasso y escultores como Mariano Benlliure o Venancio Blanco, han dedicado series enteras al tema taurino.
En la música, el arte taurino ha provocado la creación de un “género”, el “pasodoble”, prácticamente exclusivo de las fiestas de toros aunque también ha sido tema de inspiración para el argumento y la música de grandes óperas y de otras piezas musicales.
En la literatura son muchos los autores españoles que han tratado el tema taurino, pero también escritores en otras lenguas han introducido la tauromaquia en sus obras de creación literaria; entre ellos podemos destacar el caso del novelista norteamericano Ernest Hemingway, Premio Nobel de Literatura en 1954.
Sobre los valores de la tauromaquia y su carácter indudablemente cultural han escrito filósofos y poetas. Baste citar esta afirmación de Ortega y Gasset en uno de sus estudios dedicados al arte taurino al decir que la tauromaquia es “un hecho todavía arcano, de importancia tal, que sin tenerlo presente con toda claridad, no se puede hacer la historia de España desde 1650 a nuestros días”. O esta otra del poeta Federico García Lorca: “Creo que los toros es la fiesta más culta que hay en el mundo”.
Si los párrafos anteriores justifican la consideración del arte taurino como un hecho cultural de gran importancia, los siguientes pretenden demostrar, de forma resumida, la importancia que han tenido en Priego de Córdoba.
Existen datos de la celebración de fiestas de toros en Priego, desde el año 1528. Como se recoge en el libro “Fiestas de Toros en la comarca de Priego de Córdoba”, publicado en 2010. Desde aquella lejana fecha (hace casi cinco siglos), la tauromaquia ha dejado en Priego sus huellas en el urbanismo, en el arte barroco, en la política, en la literatura local, constituyendo a veces para los habitantes de esta comarca, más que un fenómeno sociológico, una verdadera pasión.
La constante actividad taurina entre los siglos XVI y XIX culminó en la construcción de una plaza de toros estable que permitiera la organización de festejos con todo su esplendor. Pero los prieguenses no se contentaron con construir una plaza normal, sino que construyeron una de las plazas más originales y más bellas de España, construida sobre piedra tosca y dotada en la zona de palcos, de una estructura de hierro de gran calidad artística. Durante todo el siglo XX la actividad fue constante en la plaza y al entrar el siglo XXI, cuando otras plazas han acabado en ruinas irrecuperables, la de Priego ha sido restaurada con total apoyo de la población que justifica la cuantiosa inversión realizada.
En el “Coso de las Canteras” han actuado las mejores figuras del arte taurino; baste decir que la de Priego es una de las pocas plazas en las que han toreado como matadores, los “cinco califas del toreo cordobés”: Rafael Molina “Lagartijo” (que inauguró la plaza en 1892), Rafael Guerra “Guerrita”, Rafael González “Machaquito”, Manuel Rodríguez “Manolete” y Manuel Benítez “El Cordobés”.
Por otra parte, entre 1990 y la actualidad, la afición taurina de los prieguenses no se ha limitado a la organización de festejos, sino que se ha desarrollado en distintas facetas, todas ellas complementarias entre sí. He aquí algunas de ellas. Se creó una Escuela Taurina en la que aprendieron un grupo de niños y jóvenes, varios de los cuales llegaron a ejercer como novilleros en muchas plazas de España; se celebró el centenario de la construcción de la plaza con un extenso programa de actos culturales de alta calidad; dos jóvenes prieguenses llegaron a doctorarse en arte taurino en esa época, cosechando muchas tardes de éxito y llevando con orgullo el nombre de Priego allá por donde iban; se constituyeron hasta cinco peñas taurinas (cuatro de las cuales todavía se mantienen activas) que organizaron actividades culturales tan importantes como concursos de pintura taurina, exposiciones, conferencias y jornadas de estudio, etc.

Con lo hasta ahora expuesto creemos haber demostrado con claridad las dos premisas que dan fundamento a esta propuesta:
A.- La tauromaquia es un hecho histórico y una práctica llena de profundos valores culturales, artísticos y humanos que merecen mantenerse, defenderse y protegerse.
B.- En Priego de Córdoba estos valores han cuajado con especial intensidad, por lo que este Ayuntamiento está obligado a mantener y defender tradiciones tan arraigadas entre los prieguenses como el arte taurino.

Por todo lo anterior, proponemos al Pleno de la Corporación Municipal que se adopten los siguientes acuerdos:
1º.- Solicitar a la Junta de Andalucía se declaren las fiestas de toros como Bien de Interés Cultural.
2º.- Solicitar al Gobierno de España que proponga y defienda ante la UNESCO las fiestas de toros como “Patrimonio de la Humanidad” puesto que están implantadas desde hace siglos en más de 20 países de Europa y América.
3º.- Comunicar este acuerdo a los Ayuntamientos de nuestra comarca, en cuyos municipios también se mantiene arraigada la afición taurina, para que apoyen esta propuesta o realicen otras similares.