Por Federico Muelas
… Saltó al ruedo el tercer toro.
Negro, con la piel tan fina,
que el sol resbalando brillo
de agua corriente fingía.
Ya está Pepete en la arena.
Ya la fiera lo divisa.
Ya hasta el momento suspende
su irremediable caída.
Pepete, como la tarde,
de azul y de oro vestía.
El ala de su capote
revolaba en sangre viva.
¡Qué bien plantado! ¡Qué firme
su arrogancia bien ... LEER MAS
Negro, con la piel tan fina,
que el sol resbalando brillo
de agua corriente fingía.
Ya está Pepete en la arena.
Ya la fiera lo divisa.
Ya hasta el momento suspende
su irremediable caída.
Pepete, como la tarde,
de azul y de oro vestía.
El ala de su capote
revolaba en sangre viva.
¡Qué bien plantado! ¡Qué firme
su arrogancia bien ... LEER MAS