(Director de La Montera)
Dios mío, como está esto. Los seres humanos somos confiados por naturaleza. Nos solemos creer, en general, las promesas de los políticos, lo que nos dice el vecino, la opinión de los entendidos y sobre todo lo que cuenta la tele o leemos en los periódicos. Siempre, naturalmente, con la debida reserva. Por eso se nos pone cara de idiota cuando descubrimos que la realidad es bien distinta. Entonces llega la decepción, un estado de ánimo que nos blinda y nos impide dar credibilidad a pocas cosas de nuestro entorno. Y, quizás por ese resquemor, pecamos de injustos en muchas ocasiones.
Dios mío, como está esto. Los seres humanos somos confiados por naturaleza. Nos solemos creer, en general, las promesas de los políticos, lo que nos dice el vecino, la opinión de los entendidos y sobre todo lo que cuenta la tele o leemos en los periódicos. Siempre, naturalmente, con la debida reserva. Por eso se nos pone cara de idiota cuando descubrimos que la realidad es bien distinta. Entonces llega la decepción, un estado de ánimo que nos blinda y nos impide dar credibilidad a pocas cosas de nuestro entorno. Y, quizás por ese resquemor, pecamos de injustos en muchas ocasiones.
Siempre creí, por ejemplo, que la famosa foto de Robert Capa del miliciano muerto en Cerro Muriano, era un documento extraordinario de una oportunidad única al captarla. Ahora vienen los eruditos y confirman, sin género de dudas, que era un montaje. Igualmente me sorprendí, en los años sesenta, cuando, a través de la TV, vi al hombre pisar por primera vez la Luna. Ahora se discute sobre la posibilidad de que se tratara de otro montaje. Leí, hace algún tiempo, que el carbono 14 había desvelado que el rostro del Cristo de la Sábana Santa de Turín ,no correspondía, por la fecha, a la época en que Jesucristo vivió entre nosotros. Pues dicho estudio daba una antigüedad de solo doscientos años a la tela. Otra decepción.
En temas mas cercanos, también recuerdo haber leído, en unas declaraciones, que “El Cordobés”, a quien el avispado Pipo montó una campaña de marketing basada en el pobre joven robagallinas, en su vida había robado una.
Subo al Viso, en la Sierra de Córdoba, a disfrutar de sus cacareados encierros y compruebo, con decepción, que se trata de varias vacas flacas que deambulan por las calles de aquí para allá. Suelta de vaquillas, deberían llamarle y no encierros.
Decepcionante, igualmente, comprobar que las obras, estancadas desde hace años, de remodelación del Museo Taurino, santuario único en el mundo, que acoge entre sus muros la historia del toreo cordobés con vestíos y objetos de los cinco Califas del Toreo, siguen paradas a pesar de los reiterados anuncios del Ayuntamiento cordobés de que se reiniciarán en breve.
Ante, le cada vez mas frecuente manipulación de los pitones de los toros en nuestras plazas, en algunas de las cuales salen que parecen de rejones, da la impresión de que el público tiene asumido que esto es así y que siempre se ha hecho. A los aficionados nos decepciona que la autoridad competente ( comenzando por los equipos veterinarios, que dan el visto bueno para la lidia) no meta manos en el asunto y sancione ejemplarmente. Es una lacra de la que se benefician ganaderos y toreros sin escrúpulos. Pero una estafa al público. Si se van a lidiar afeitados, que se anuncien así en los carteles.
Ante, le cada vez mas frecuente manipulación de los pitones de los toros en nuestras plazas, en algunas de las cuales salen que parecen de rejones, da la impresión de que el público tiene asumido que esto es así y que siempre se ha hecho. A los aficionados nos decepciona que la autoridad competente ( comenzando por los equipos veterinarios, que dan el visto bueno para la lidia) no meta manos en el asunto y sancione ejemplarmente. Es una lacra de la que se benefician ganaderos y toreros sin escrúpulos. Pero una estafa al público. Si se van a lidiar afeitados, que se anuncien así en los carteles.
La vida es una constante decepción. Todo está pringado.
Pero lo que mas me ha afectado, recientemente, ha sido leer, en diferentes medios nacionales, que muchos toros que se han lidiado en Pamplona este año, tenían sospechosamente manipuladas sus astas. ¡Vaya tela! Lo que me quedaba por saber. ¡ Pero hombre, si Pamplona, junto a Bilbao y Madrid, ha sido siempre el máximo exponente del toro bravo!.
Y uno no tiene mas remedio que pensar: si esto pasa en estos lugares, donde se rinde culto al toro-toro, que se puede esperar que ocurra en otras plazas de menor fuste. ¡Que pena ¡.
Pero lo que mas me ha afectado, recientemente, ha sido leer, en diferentes medios nacionales, que muchos toros que se han lidiado en Pamplona este año, tenían sospechosamente manipuladas sus astas. ¡Vaya tela! Lo que me quedaba por saber. ¡ Pero hombre, si Pamplona, junto a Bilbao y Madrid, ha sido siempre el máximo exponente del toro bravo!.
Y uno no tiene mas remedio que pensar: si esto pasa en estos lugares, donde se rinde culto al toro-toro, que se puede esperar que ocurra en otras plazas de menor fuste. ¡Que pena ¡.
La vida es como una escalera de naipes. Se mantiene erguida mientras no toques o soples sobre ella. Si lo haces se te viene abajo. Y luego cuesta lo suyo equilibrarla de nuevo.
PATIO CUADRILLAS no tiene que estar necesariamante de acuerdo con las opiniones vertidas por su colaboradores.