Los toros de la ganadería sevillana de Peñajara ya han sido lidiados con total normalidad y no han acusado la afección aparecida en Madrid y que ya se manifestó someramente en los toros lidiados en Sevilla. Esta circunstancia hizo que el ganadero, de acuerdo con la Casa de la Misericordia, decidiese no ir a Pamplona para no correr riesgos.
Hasta la fecha se han lidiado dos corridas de toros con excelentes resultados. La primera tuvo lugar el pasado 2 de agosto en Cehegín (Murcia). El cartel estaba compuesto por El Rubio, Andrés Palacio y Paco Ureña y en total se le cortaron 8 orejas. La segunda se celebró el 10 de agosto en Mota del Cuervo (Cuenca) y los matadores fueron Rafael de Julia, El Payo y Antonio Nazaré, y se cortaron un total de 9 orejas y un rabo. De los doce toros estoqueados ninguno careció de fuerzas, tuvieron largo recorrido y no acusaron los síntomas de las afecciones hepáticas puesto que sus hígados ya funcionan con normalidad.
Al día siguiente de la corrida lidiada en San Isidro, el ganadero decidió volver a la alimentación tradicional compuesta de materias primas de primera calidad y sus correspondientes correctores.
Para conocer con exactitud la afección detectada en Madrid, desde aquel día se han matado en el campo 12 toros a puerta cerrada, lidiados por distintos diestros y a todos se les ha practicado diversos análisis hepáticos por varios técnicos y laboratorios. A día de hoy, se ha comprobado que los hígados ya funcionan correctamente, que los índices hepáticos están dentro de los límites normales y que, por tanto, ya no se corre ningún peligro para su lidia que esté vinculado a las afecciones indicadas.
Hasta la fecha se han lidiado dos corridas de toros con excelentes resultados. La primera tuvo lugar el pasado 2 de agosto en Cehegín (Murcia). El cartel estaba compuesto por El Rubio, Andrés Palacio y Paco Ureña y en total se le cortaron 8 orejas. La segunda se celebró el 10 de agosto en Mota del Cuervo (Cuenca) y los matadores fueron Rafael de Julia, El Payo y Antonio Nazaré, y se cortaron un total de 9 orejas y un rabo. De los doce toros estoqueados ninguno careció de fuerzas, tuvieron largo recorrido y no acusaron los síntomas de las afecciones hepáticas puesto que sus hígados ya funcionan con normalidad.
Al día siguiente de la corrida lidiada en San Isidro, el ganadero decidió volver a la alimentación tradicional compuesta de materias primas de primera calidad y sus correspondientes correctores.
Para conocer con exactitud la afección detectada en Madrid, desde aquel día se han matado en el campo 12 toros a puerta cerrada, lidiados por distintos diestros y a todos se les ha practicado diversos análisis hepáticos por varios técnicos y laboratorios. A día de hoy, se ha comprobado que los hígados ya funcionan correctamente, que los índices hepáticos están dentro de los límites normales y que, por tanto, ya no se corre ningún peligro para su lidia que esté vinculado a las afecciones indicadas.
FOTO: Toro Recobero, de Peñajara, en los corrales de las Ventas el pasado 20 de mayo. (Juan Pelegrín. www.las-ventas.com).