Escribe: José Luís Sánchez Cuevas.
Se cumple un aniversario más de la muerte de “Manolete”. Son muchos, ya, los años transcurridos desde que el famoso diestro cordobés perdiera la vida, al resultar mortalmente herido en la plaza de toros de Linares. Sesenta y dos, exactamente, de aquel desgraciado acontecimiento que tuvo como protagonistas a “Manolete” e “Islero”, el 28 de agosto de 1.947. Triste fecha, que subraya una tragedia singular para la fiesta de los toros, pero que al mismo tiempo se tornó en gloriosa, porque significó el momento en el que Manuel Rodríguez Sánchez pasó a convertirse en una figura mítica de la tauromaquia.
El curso de los tiempos, no conseguirá borrar la huella dejada por este coloso, y su obra y personalidad quedaran en el recuerdo para siempre. Pero creemos que es bueno llamar la atención de aquellos que en la actualidad viven de forma agitada las situaciones actuales, sin reparar en que hubo, en generaciones anteriores, quienes en muchos ordenes de la vida lucharon con ahínco por imponer sus cualidades, destacando en muchos aspectos de su existencia y que, en definitiva, han conformado nuestro pasado. “Manolete”, sin duda, fue un hijo preclaro de Córdoba. Considerado el mejor torero de todos los tiempos, es conveniente que jóvenes y menos jóvenes, sepan o recuerden que Córdoba tuvo un “Manolete” sin par, que paseó con orgullo por todos los puntos de la península y muchos del extranjero el nombre de su tierra, jugándose ante los astados, con un pundonor y arte únicos el preciado valor de la vida, que acabó perdiendo.
Y puestos a realizar el justificado recuerdo a su figura, aprovecho la ocasión para incluir en este recuerdo otro para un periodista cordobés que fue amigo personal, critico y primer biógrafo de aquel sobresaliente personaje. Se trata de José Luís Sánchez Garrido, “José Luís de Córdoba”, que quiso que el nombre de la ciudad que lo vio nacer figurase incluido en su seudónimo y que aparte del tema taurino, dedicó su larga vida periodística a destacar los valores de Córdoba. De forma continuada e incansable.
La Tertulia Taurina La Montera, organiza con muy buen acuerdo, anualmente, en el aniversario de la muerte de Manuel Rodríguez, un sencillo homenaje a su memoria, con ofrenda floral ante el mausoleo del cementerio de la Salud. Y en estas columnas de “Córdoba”, tampoco debe faltar un recuerdo para “Manolete”. Porque “José Luís de Córdoba” se lo hubiera dedicado siempre. En el periódico en el que desarrolló su actividad la mayor parte de su vida y al torero de sus sueños. Mucho escribió sobre “el monstruo”, en vida de este y tras su muerte, tratando de mantener viva la memoria de un ser de los que nacen de tarde en tarde considerado excepcional como persona y como torero. Estos conceptos trataba de recordárnoslos en cualquier ocasión propicia. Y así hubiese continuado hasta la perpetuidad. Pero ya no le es posible. El periodista también desapareció, hace algo más de dos años, cuando contaba noventa y dos…
Tomamos el testigo y queremos que no se pase la fecha en blanco. Y mientras se nos permita y esté en nuestra mano hacerlo rendiremos un sentido recuerdo para ambos. Creemos que lo merecen . En el caso de “Manolete” no debe existir duda alguna. Y en el del periodista también nos parece muy justo. Por lo menos a nosotros. Es lógico.
Se cumple un aniversario más de la muerte de “Manolete”. Son muchos, ya, los años transcurridos desde que el famoso diestro cordobés perdiera la vida, al resultar mortalmente herido en la plaza de toros de Linares. Sesenta y dos, exactamente, de aquel desgraciado acontecimiento que tuvo como protagonistas a “Manolete” e “Islero”, el 28 de agosto de 1.947. Triste fecha, que subraya una tragedia singular para la fiesta de los toros, pero que al mismo tiempo se tornó en gloriosa, porque significó el momento en el que Manuel Rodríguez Sánchez pasó a convertirse en una figura mítica de la tauromaquia.
El curso de los tiempos, no conseguirá borrar la huella dejada por este coloso, y su obra y personalidad quedaran en el recuerdo para siempre. Pero creemos que es bueno llamar la atención de aquellos que en la actualidad viven de forma agitada las situaciones actuales, sin reparar en que hubo, en generaciones anteriores, quienes en muchos ordenes de la vida lucharon con ahínco por imponer sus cualidades, destacando en muchos aspectos de su existencia y que, en definitiva, han conformado nuestro pasado. “Manolete”, sin duda, fue un hijo preclaro de Córdoba. Considerado el mejor torero de todos los tiempos, es conveniente que jóvenes y menos jóvenes, sepan o recuerden que Córdoba tuvo un “Manolete” sin par, que paseó con orgullo por todos los puntos de la península y muchos del extranjero el nombre de su tierra, jugándose ante los astados, con un pundonor y arte únicos el preciado valor de la vida, que acabó perdiendo.
Y puestos a realizar el justificado recuerdo a su figura, aprovecho la ocasión para incluir en este recuerdo otro para un periodista cordobés que fue amigo personal, critico y primer biógrafo de aquel sobresaliente personaje. Se trata de José Luís Sánchez Garrido, “José Luís de Córdoba”, que quiso que el nombre de la ciudad que lo vio nacer figurase incluido en su seudónimo y que aparte del tema taurino, dedicó su larga vida periodística a destacar los valores de Córdoba. De forma continuada e incansable.
La Tertulia Taurina La Montera, organiza con muy buen acuerdo, anualmente, en el aniversario de la muerte de Manuel Rodríguez, un sencillo homenaje a su memoria, con ofrenda floral ante el mausoleo del cementerio de la Salud. Y en estas columnas de “Córdoba”, tampoco debe faltar un recuerdo para “Manolete”. Porque “José Luís de Córdoba” se lo hubiera dedicado siempre. En el periódico en el que desarrolló su actividad la mayor parte de su vida y al torero de sus sueños. Mucho escribió sobre “el monstruo”, en vida de este y tras su muerte, tratando de mantener viva la memoria de un ser de los que nacen de tarde en tarde considerado excepcional como persona y como torero. Estos conceptos trataba de recordárnoslos en cualquier ocasión propicia. Y así hubiese continuado hasta la perpetuidad. Pero ya no le es posible. El periodista también desapareció, hace algo más de dos años, cuando contaba noventa y dos…
Tomamos el testigo y queremos que no se pase la fecha en blanco. Y mientras se nos permita y esté en nuestra mano hacerlo rendiremos un sentido recuerdo para ambos. Creemos que lo merecen . En el caso de “Manolete” no debe existir duda alguna. Y en el del periodista también nos parece muy justo. Por lo menos a nosotros. Es lógico.
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