EL TEMA DE LAS FUNDAS DE LOS CUERNOS DE LOS TOROS DE LIDIA.

29-12-09
Me remite un compañero, por correo electrónico, el siguiente artículo publicado en www.terceraviso.blogspot.com.
EL TEMA DE LAS FUNDAS DE LOS CUERNOS DE LOS TOROS DE LIDIA.
Por LUIS ALONSO HERNÁNDEZ. Veterinario y escritor.
Hay un problema que viene preocupando desde tiempos atrás tanto al ganadero como al empresario y al mismo lidiador. No es otro que el astillado que en su estado más grave lleva al despitorrado tras pasar por la fase del escobillado en el cuerno del toro de lidia, debido a que en ocasiones incapacita al astado para la lidia y cuando esta se lleva a efecto supone un peligro serio para el torero, en caso de cornada, por la anfractuosidad de la herida que este pitón deteriorado produce.
El colocar unas fundas protectoras de fibra de vidrio es una ocurrencia, según me ha manifestado Ricardo Gallardo, de su mayoral con la finalidad de proteger al cuerno y que éste llegara íntegro a la plaza donde iba a ser lidiado. Si esta operación es una manipulación o una protección serán los que interpretan las leyes quienes tendrán que dirimir la cuestión, pues los demás lo máximo a que podemos llegar es a tomar el diccionario y ver las definiciones que da sobre el particular y que no son otras que:
Manipular: "Trabajar con las manos". En este caso si es una manipulación pues las fundas no se ponen por “arte de magia”.
Manipular: “control de la actividad del toro determinando su conducta e impidiendo que actúe natural y libremente” pues…también puede ser manipulación.
Pero si para ser manipulación, esta forma: "ha de conllevar un proceder deshonesto", como en este caso, lo que se pretende es simplemente proteger con toda honestidad el apéndice con el que el toro se defiende y ataca en su misión final que es la corrida en plaza, no parece ser sea manipulación.
Luego tenía que ser un juez quien debería haber estado en la mesa del debate para dirimir y sentenciar. Si bien la legislación en materia taurina peca de demasiadas lagunas jurídicas.
Las fundas se colocan a los toros debido a que el pitón, que es la parte final del cuerno, está pocho, desde que apareció como una anomalía en un determinado encaste base de muchas ganaderías de bravo, como maca degenerativa ligada al sexo macho. Pitón afecto de una enfermedad, mitad fúngica, mitad carente de biotina en las primeras fases de alimentación del becerro.
Enfermedad que comienza en forma de aparición de un pelo que sale del pitón y que, en su progresión, va deshilvanando al mismo, acabando por astillarse con facilidad.
Las fundas se colocan tras la introducción del toro en el mueco. En este potro si intervienen una serie de factores psicológicos que indudablemente perjudicarán al toro, puesto que éste es al fin y al cabo un psicópata bélico conseguido por selección, y de lo cual cualquiera puede documentarse con la lectura de los estados y aptitudes del toro de lidia que darán la respuesta sobre las repercusiones que conllevan la inmovilización de un toro bravo.
Hay una cuestión muy clara: “El toro se somete al torero cuando éste lo ha dominado” y el mueco indudablemente domina al toro.
Los toros tienen una gran memoria y esta dominación no la olvidan fácilmente.
La conclusión es: Las fundas protegen el cuerno del toro durante su vida en el campo hasta el acabado para la lidia, pero nunca refuerzan el pitón, debido a que esa maca genética cuando el toro derrote en un burladero o en el peto de un caballo de picar, aflorará esa “enfermedad escayolada” hasta ese momento.
Un pitón sano es capaz de perforar una tabla de olivo, del que antes constituía la base del burladero, de 6 cm de grosor y eso solo se logra con pitones sanos y libres de toda manipulación.
La protección del pitón con las fundas surgió, desde mi punto de vista, cuando algunos ganaderos de élite fueron sancionados por presunta manipulación de astas y recurrieron con argumentos como que los toros se deterioran los pitones al restregarlos contra las piedras, árboles y otros objetos de la finca donde se crían de ahí que traten, con la colocación de las fundas, de evitar esta manipulación por parte del mismo toro.
En un debate que tuvo lugar en el programa radiofónico El Albero el domingo 7 de diciembre del 2008 con intervención de Lázaro López Jurado y María Ángeles Moya Geromi veterinarios del Ministerio del Interior de la Sección Análisis de Astas, se sacaron algunas conclusiones importantes respecto a este tema de las fundas de los pitones.
Aquí se dio por sentado que la colocación de las fundas es una manipulación que está prohibida por la legislación vigente, pero que a pesar de ello su práctica se está universalizando, cuando debería ser el ganadero quien debería velar por cumplimiento de la ley.
Como no se hicieron estudios previos a los efectos que la colocación pudiera acarrear en los cuernos, sino que fue iniciativa de un mayoral que convenció a un ganadero recién llegado a este mundo del toro, no de dinastía, pues…adelante con los faroles y aquí “to er mundo es güeno”.
Y ocurrió que las resinas base en un principio de las fundas, abrasaban a la cutícula externa de las astas lo que dificultaba los análisis de las astas, ante presunta manipulación en el laboratorio de referencia.
Por otro lado como al final del pitón se solía colocar un cartucho de caza (artilugio poco científico por cierto) para sobre éste empezar a colocar las distintas capas de la de la funda, la longitud del cuerno se alarga en 6-8 cm, lo cual no deja de ser un afeitado psicológico pues el toro pierde completamente la distancia de alcance de su objetivo que es la base de la corrida. Los ganaderos arguyen que las fundas se quitan 14 días antes de que los toros vayan a embarcarse, y se nos ocurre argumentar que en esos días los toros pueden pelearse y matarse, que luego en los corrales de las plazas a lidiar puede ocurrir lo mismo. El problema se agrava cuando hay baile de corrales y hay que sustituir toros por otros que llegan con los pitones libres de fundas desde hace unas horas y naturalmente sin el tiempo de adaptación a la toma de las distancias.
Se ha perdido lo tradicional en detrimento de lo que llaman la humanización de una fiesta que siempre ha basado su razón de ser en el dramatismo y que por lo derroteros que va está desacreditando al torero.
Fuente Ymbro fue el creador de las fundas y Fuente Ymbro ha sido el primer transgresor de la ley en este aspecto, así como el primero en pagar las consecuencias de ir contra natura en el mundo del toro. Un toro de Fuente Ymbro en la feria de Pamplona pasada perdió el cuerno al entrar al caballo de picar a consecuencia de la trombosis causada en los vasos que irrigan la membrana queratógena por falta de oxígeno al impedirlo la “escayola del cuerno”. Algo a lo que nunca se atrevieron ganaderos de dinastía porque conocen la esencia del toro bravo.
La cara de los toros con los pitones escayolados es una cara de idiocia consecuencia de que el animal bravo es consciente de haber perdido su arma de defensa que al fin y a la postre es el fin de su existencia.
Estas son a grandes rasgos las consecuencias de las fundas en los cuernos del toro bravo, pero seguro que surgirán muchas más a medida que los agonistas de la Fiesta sigan haciendo experimentos que aplaudan quienes tienen la misión de castigar las transgresiones de la Ley.
Foto: El autor del artículo.