Vicente Amigo: “Yo no soy muy partidario de tocar mientras un maestro esté toreando; ahí la música es el toreo”.
El décimo séptimo ‘Mano a mano de Cajasol’, celebrado anoche en la Sede de Cajasol de la Plaza de San Francisco de Sevilla, volvió a cumplir con su objetivo de mostrar los vínculos culturales de la fiesta de los toros. El toreo y la guitarra salieron a escena para fusionarse en un acto que protagonizaron el diestro Finito de Córdoba y el guitarrista Vicente Amgio. Torero y guitarrista intercambiaron ideas ante un público que volvió a disfrutar de una visión distinta del mundo del toro, esta vez desde la perspectiva del toque.
Vicente Amigo abrió plaza ensalzando la amistad que le une a Finito y destacando que Juan fue el que le enseñó a apreciar el arte de torear: “Me he aficionado a los toros viéndolo a él”. Y añadió en tono distendido: “Yo era muy cerrado y ahora estoy intentando ver las cosas buenas de todos los toreros, creo que eso es ser un buen aficionado”. Por su parte, Finito se encargó de contar a los asistentes cómo se conocieron: “Corría el año 89, yo estaba de novillero, toreaba en Fuengirola, vinieron a la habitación y me dijeron que abajo había un muchacho que quería conocerme. Venía vestido de blanco, me entregó su disco y me dijo: te brindo mi música”.
Desde entonces les une una amistad profunda que quedó plasmada ayer. Ambos resaltaron el respeto y la admiración que sienten el uno por el otro. En este sentido, Vicente Amigo dijo que: “El arte en sus distintas formas de manifestar se dan la mano y confluyen en el alma”. Y añadió: “Lo vi torear en Fuengirola y me enamoré de su toreo, ahí vi yo el arte del toreo de cerca”.
Como no podría ser de otra manera, maestro y guitarrista buscaron las conexiones entre estas dos artes. Amigo destacó: “El toque y el toreo tienen mucho que ver porque buscan un ole desde principio a fin”. Y añadió: “Ambas artes buscan el duende, yo lo he sentido muchas veces y también he visto que cómo lo siente Juan cuando torea”. Finito explicó: “Sin duda, el flamenco es una fuente de inspiración y alimento para salir de las dificultades”. En este sentido, Vicente Amigo confesó que a él me gusta ponerle música a una faena a toro pasado: “No soy muy partidario de tocar mientras un maestro está toreando, ahí la música es el toreo, no se puede hacer más obra de arte que la que hace un torero”.
También hablaron del carácter irrepetible tanto de una faena como de un concierto y del sacrificio que eso conlleva. A colación de esto, el guitarrista destacó: “En un concierto tratas de vaciarte, de darlo todo, pero eso no puede ser, porque todos los días no lo tenemos todo ni tu estado anímico es el mismo”. Y añadió: “Nosotros a lo que tenemos miedo es al fracaso, cuando te olvidas de eso, sale el arte”. Finito reflexionó sobre la dificultad de tener siempre una buena tarde: “Bien porque uno no se levante con los ánimos que te permitan expresar lo que la gente se merece o bien porque el toro no te lo permita, tener siempre buenas tardes es muy difícil”. Además, el torero añadió: “Aunque la faena sea perfecta, siempre queda algo por decir y eso es lo que te ilusiona para intentarlo cada tarde”.
José Enrique Moreno, moderador de este encuentro, destacó lo favorable que resulta en este momento que personalidades de la talla de Vicente Amigo acudan a este tipo de actos públicos y refuercen con su presencia el valor de la Fiesta. En este sentido, el guitarrista dijo: “Yo no voy a los toros para que me vean las cámaras, voy porque me parece una forma de manifestar el arte de una manera tan honda y con tanta soledad que solo por eso ya tiene valor”.
Maestro y guitarrista también hablaron de la situación actual de la Fiesta y de la necesidad de permanecer unidos. El diestro cordobés destacó que: “No se entiende una feria sin toros. Nosotros respetamos a todo el mundo y solo queremos que nos respeten. No van a poder con nosotros”. Finito no tuvo pelos en la lengua para señalar que “la mayor culpa la tenemos nosotros, los toreros, porque no estamos unidos, tienen más fuerza los picadores, los banderilleros y mozos de espada que los matadores, y eso es una vergüenza”. Y siguió: “Otro de los problemas es que cada uno pertenecemos a grupos distintos. Si cada uno estuviese cotizado con su calidad profesional todo sería distinto”.
Sobre los proyectos del nuevo año, Finito confesó que tiene una espinita clavada por no venir este año a Sevilla: “Venir a Sevilla es lo máximo por su gente y por su silencio”. Y siguió explicando: “Este año no ha podido ser, simplemente otros compañeros merecían estar ahí antes que yo, pero vendré a verlos y a disfrutar con ellos desde el tendido de La Maestranza”.
Finito de Córdoba y Vicente Amigo mantuvieron un diálogo de más de una hora que logró sacar a relucir las conexiones entre estas dos artes, haciendo las delicias del público que acude cada mes a los ‘Mano a mano de Cajasol’.
Fotos (toromedia.com).