Hay toreros raros que parecen de otro mundo, tanto en el ruedo como fuera de él. Uno de ellos es sin duda, Alejandro Talavante. Ayer en Lucena nos dejó muy buen sabor de boca tras su actuación de la que podía haber ganado la Puerta de Córdoba pero no estuvo 'fino' con los aceros, y no nos despejó la incógnita de quién lo apodera. Nadie lo acompañó como apoderado o representante.Me acaba de llamar un buen aficionado para preguntarme cómo estuvo ayer, ya que hay un hombre, apoderado y empresario taurino en este caso, que se quiere hacer cargo de su carrera. Y ahora las aguas del apoderamiento del torero extremeño han cambiado su cauce, de Sevilla han tirado para la región murciana.
¿Será ese su cauce definitivo?.
Pronto lo sabremos.