Que la corrida de toros no sirvió en la tarde de ayer en la medida que todos queríamos, -el primero el ganadero y su gente-, fue una pena, pero lo que sí está claro que un ganadero, en este caso el de Jaralta, cuando reaparece en el 'patio de su casa', después de varias ferias de Pozoblanco sin lidiar, se le ve la intención de hacer las cosas bien cuando suelta seis toros con un trapío como los que soltó ayer. Todos los toros hubieran pasado el reconocimiento en cualquier plaza de toros de 2ª categoría, -el Coso de los LLanos es de 3ª-, y si me apura hasta he visto toros con menos trapío en plazas de 1ª. Que después no sirvieron, eso es como los melones, porque si alguien atina a criar melones que todos sean dulces, estoy seguro que todos los ganaderos criarían dulces y todas las corridas embestirían. ¿ O no?.
Hubo tres y tres, como se dice en el argot, los más potables, aunque no acabaron de romper, fueron los tres primeros.
Con este material, los tres toreros estuvieron por encima de los bureles de Santiago Muñoz, y si las espadas hubieran estado más afiladas la complicada Puerta del Gallo, por aquello de las escaleras que tienen que salvar los capitalitas para sacar a hombros a los diestros, se hubiera abierto ayer.
El balance quedó:
'Morante de la Puebla': 1 orejas y pitos.
'El Juli': 1 oreja y saludos con una gran ovación.
'Miguel Angel Perera': saludos y saludos con gran ovación.
La plaza registró tres cuartos de entrada en tarde un putito calurosa al principio.