
Pintado entre 1928 y 1929, muestra el impacto que le había causado el movimiento Art Déco durante su visita a la Exposition des Arts Décoratifs de París de 1925. Esta obra es muy relevante en el contexto de la serie de retratos de toreros cordobeses y sevillanos como Lagartijo, El Guerra, Machaquito y Juan Belmonte. La niña torera lleva más de medio siglo en una colección privada y parte con una estimación de entre 275.000 y 385.000 euros, según Sotheby´s.